29 de junio de 2013

Mortimer

No me podia despedir de las montañas sin contaros mi ultima experiencia antes de volver al asfalto.
Desde que hice el ultimo camino de santiago y un vehiculo se despeño por el mismo camino que segundos antes acababa de subir, no habia vuelto a saludar a la muerte. Esta vez ha sido mas intenso, tanto que no paraba de reir, y a manos de un intrepido chinorro...
El caso es que, de vuelta desde el telesilla, después de que la china pirada cogiera una moto, y tras una hora esperando bajo la lluvia intensa para ahorrarme 22yuanes... Cogi el bus! Que gran idea! Me toco ponerme en primera fila, para asi, tener una mejor vision de la proeza. Lluvia a cantaros, los cristales empañados de manera que no se veia nada, 12personas metidas donde deberia haber 8, y curvas, y charcos y mas curvas. Yo no se como no derrapamos o como no nos despeñamos, pues para no perder potencia de traccion, el conductor aceleraba en las subidas cerradas y parecia ibamos a salir por el otro lado. No es que desconfiara del conductor, lo que no me explico es como las ruedas aguantaron sin perder traccion, o como los cristales no se rompieron. Digo esto, porque en todos y cada uno de los buses que he subido, los cristales delanteros estaban rotos, con unas grietas que cruzaban de punta a punta la luna delantera y para que no se hiciera mas grande una especie de "tope" que supongo evita que la grieta siga creciendo, hasta partir la luna, un invento chino, seguro:)
Ahora se lo que sintieron mis acompañantes en Canarias, aquella vez que dimos la vuelta a la isla por las carreteras de montaña en aquel 4 latas:) Aunque en aquella ocasion, no habian desprendimientos de tierras ni camiones parados en medio de la carretera:)

Proximo Destino... Shanghai:)

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